¿Cómo contar en un solo post la carrera de un diseñador tan importante como Yves Saint Laurent? Para mí eso es imposible. Su estilo evolucionó y cambió con el correr de los años. Determinó los parametros de moda que otros después siguieron. Impuso tendencias que marcaron una parte de la historia. Observando su trabajo completo decidí concentrarme en sus colecciones durante la década del 70. ¿Por qué? Los resultados están a la vista..
Sus creaciones eran mucho más que moda, se convirtieron en una declaración política. En 1970 Yves presentó una polémica colección inspirada en los años 40 con siluetas que evocaban la liberación gay. La prensa lo crítico mucho por ese repertorio. Para Saint Laurent sus críticos eran “de mente cerrada y reaccionarios, gente linda paralizada por taboos, encerrados en la aburrida tradición de clasificar las cosas según su propio nivel de buen gusto y elegancia”. Sus diseños eran habitués en las páginas de publicaciones muy prestigiosas como la Vogue Francesa.
La diseñadora inglesa Lou lou de la Falaise fue una de sus principales musas y colaboradoras durante esos años. En enero de 2010, la socialite confeso a la vogue italiana que le irritaba que la gente se refiera a ella como una musa: «Para mí, una musa es alguien con un aspecto elegante todo el tiempo, pero que es muy pasiva. Yo trabajaba mucho. Trabajaba desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche o hasta las dos de la madrugada. No era pasiva. Trabajé en las joyas, en el punto y en las colecciones comerciales. Ahora que todo ha terminado, me gusta pensar que hay un poco de mi alma en la ropa que diseñó cuando yo estaba allí y que yo era una fuente de inspiración».
Los amigos se acompañaron desde sus comienzos hasta el final de sus días. Él murió en 2008, ella en 2011. En una de sus ultimas entrevistas Lou Lou dijo que Yves era «Particular. Emocionante. Tenía el extraño poder del don de la ligereza, mezclado con la intensidad irreprochable de su mirada sobre la moda. (…) Su presencia a mi lado fue un sueño. Su verdadero talento, más allá de sus cualidades profesionales incontestables, era el encanto».
No le tenía miedo a los colores fuertes ni al uso conjunto de texturas opuestas. Diseñaba para la mujer con actitud. En alguna ocasión, explicó: «La moda no sólo estaba hecha para embellecer a las mujeres, sino también para darles seguridad y confianza, y permitirles asumirse».
Siempre intentaba hacer las cosas de una manera diferente, estar a la vanguardia. En 1972 mostró su colección de otoño-invierno en las calles de París: Tomo de la mano a un par de sus modelos favoritas y las llevo a recorrer las callecitas de la ciudad del amor con sus diseños «recién sacaditos del horno». En 1976 presentó la colección más cara de la marca hasta la fecha: Una serie de diseños inspirados en los atuendos teatrales del ballet ruso de Serge Diaghilev’ y en la famosisima pintura de Veermer «La chica con el collar de perlas». En ese momento Grace Mirabella, editora de Vogue, expreso que no iba a haber otra puesta en escena como esa. “Pasamos mucho tiempo sin sentir tanta emoción por la ropa. Después de esta colección el mundo no va a cambiar pero si va a ser un poco diferente.”
Además de la ropa casual y la Alta Costura, durante los 70 el diseñador francés se animó a crear vestidos (y TRAJES) de novia para Bianca Jagger y otras personalidades del espectáculo.
Anécdotas, métodos, frases y diseños de un hombre que aportó lo que pudo a una era efervescente y revolucionaria. Probó que el glamour puede romper barreras dentro y fuera de la pasarlas. Sus diseños lograron que la década más progresiva de la historia siguiera marchando hacía adelante.